Es el creador de uno de los personajes más queridos por los niños, “El Conejo Ricky”; ¿quién no recuerda a este personaje, que ha ido evolucionado con los años?, muchos han crecido con este personaje que este año cumple 31 años de vida artística, su objetivo principal es, arrancar una sonrisa a los niños, la particularidad de este conejo es de crear sus propias canciones, cuentos y trabalenguas para animar las fiestas infantiles y al mismo tiempo, transmitir el amor y la esperanza de los niños Bolivianos.
¿Cómo nace la idea de crear al “Conejo Ricky”?
Mi madre fue una inspiración para crear a este personaje, ya que a ella le gustaba mucho los conejos y en una ocasión participe en un concurso de teatro donde todos estábamos vestidos de conejos, éramos la familia “conejín”, ganamos el primer lugar y de ahí se quedó de tener ese vestuario. Este conejo “Ricky”, tiene una característica que voy a llevar hasta que deje este planeta.
¿Desde cuándo estás en la actuación?
Desde muy niño, tuve la responsabilidad de cuidar a mis hermanos ya que somos una familia numerosa, donde era el mayor de 10 hermanos y como era el mayor tenía la responsabilidad de cuidarlos, y es ahí que empiezo a recurrir algunos elementos y herramientas para distraer a mis hermanos. Seguidamente, comencé a estudiar teatro con Clara Gonzales, y en una ocasión me dijeron:“tienes que animar una fiesta infantil, yo no sabía que hacer”, y nace la idea de cantar canciones para los niños, contarles cuentos y hacer grupos para dinámicas, es ahí que empiezo animar fiestas infantiles, más o menos hace 28 años.
¿Qué se necesita para estar tanto tiempo?
Alma, corazón y vida, cuando ponemos estas tres cosas, en todo lo que hagamos nos va ir bien.
¿Cómo te vez de aquí a diez años?
Me veo más renegón, soy estricto, me gusta que las cosas salgan bien para que todos estemos satisfechos, pero al mismo tiempo me veo más humano; pero también no me veo a diez, sino a 20 años, porque voy a seguir adelante, voy a ser el Abuelo Conejo.(Sonríe)
Háblanos de tus hijos, se nota que eres un apasionado por ellos...
Tengo menos años que Michael Jackson, ¡y tengo más hijos que Ricardo Arjona. (Sonríe). Tengo cuatro hijos varones, quienes se dedicarán a trasmitir la alegría, ayudar a los niños y estoy muy feliz de tener hijos artistas que han comenzado a su tierna edad 8 años, el mayor “Titío” (nombre artístico) Ariel Vilela, que aprendió todas las herramientas…. (Se pone pensativo)
¿Cuál crees que fue tu mejor momento?
Definitivamente fue en la década de los 80´s, cuando tenía mi programa de televisión: “Tris Tras Trece”, Ricky (el conejo), con la guitarra en mano, compuso la característica del programa, primeramente solo salía los miércoles, luego apareció todos los días.
¿Cuéntanos una de las experiencias más positivas en tu vida artística?
La mejor experiencia de mi vida es haber soñado con un parque, para la distracción de los niños y este sueño se me hizo realidad gracias al alcalde de esa fecha, que era Raúl Salmón de la Barra, el me invitó a ser parte del elenco, para que todos los domingos, los niños vengan a divertirse a esté centro. (actualmente parque Laikakota).
¿Lo negativo?
Una vez me sacaron de la televisión, porque a la esposa del dueño, no le gustaba el conejo, también me sacaron de la radio, porque no querían que los niños entren a meter bulla al auditorio de la misma.
¿Qué es lo que más te emociona?
Cantar el Himno Nacional, escuchar a los niños en voz en cuello y cantar: ¡Viva mi Patria Bolivia! (demuestra alegría)
¿Cuáles son los objetivos que te faltan por hacer?
Lo primero es publicar mis libros de lenguaje y matemáticas, los mismos serán interactivos; lo segundo mandar un proyecto a los municipios de Bolivia, para que incluyan en las aulas el juego; lo tercero, es volver otra vez a la televisión; y por ultimo quiero ser presidente. (Sonríe)
¿A quién admiras en lo que tú haces?
Los personajes que más admiro: “Charlie Chaplin”, porque era un hombre sencillo, también el padre del Cine Mudo, manejaba muy bien la expresión corporal, los gestos faciales y esto me ayudado bastante en la composición de mi personaje; otro personaje: “Cantinflas”, que lleno el espacio vacío de formación actoral, y alguien boliviano: “Oscar Alfaro”, que me inspiro con bastante literatura infantil.
¿Qué es lo mejor que tenemos los bolivianos para vivir?
Son los niños, porque, si no hay niños en este planeta, no hay razón para vivir, cada vez que nace un niño nace una estrella.