Creo que lo más importante es familia, el hogar. Bolivia es vida, es propósito, es todo. Embarca todo. Cuando pienso en Bolivia siento el propósito de ser, siento mi vida, recuerdo la misión que Dios me ha encomendado. Sé que las oportunidades y el talento tengo que retribuirlos, para regresar a mi patria y poder realizar labores para apoyar y sembrar mi grano de arena, el árbol que todos debemos ayudar a crecer.
¿Cómo es que una boliviana logra el éxito en México y EE.UU en una carrera como actriz?
Independientemente de la nacionalidad, el secreto está en la fuerza, la visión, la determinación. La nacionalidad no te va a limitar. De alguna forma, el hecho de saber que eres boliviano… te puede dar más fuerza aún.
¿Alguna vez tu nacionalidad boliviana te abrió puertas o te perjudicó de alguna manera? Esto porque muchas personas afirman que Bolivia ahora está ‘de moda’
No diría que Bolivia esté de moda, sino que Bolivia ha salido a la luz y el mundo se ha enterado que existe. Antes me preguntaban dónde quedaba Bolivia… en qué lugar de África estaba. Siento que hemos salido a la luz y estamos en una oportunidad. Los ojos de gran parte del mundo están puestos en Bolivia, no sólo por las riquezas, sino que estamos produciendo estrellas de diferentes ámbitos. Vemos artistas, poetas, guitarristas, actores, directores, modelos, diseñadores. Cuando uno se abre campo ve a la gente exitosa que hace la diferencia internacionalmente. Ahora se nota que habemos bolivianos que luchamos por llegar a lugares, por generar transformaciones incluso a nivel global.
La farándula boliviana aún no es farándula en sí. Está encabezada por políticos y empresarios que han jugado siempre el papel de las celebridades cubriendo las primeras páginas de periódicos. La belleza de las mujeres ha abierto una nueva forma dentro del mundo del espectáculo. Ahora, con los artistas que hemos emigrado se ha despertado un poco la farándula. Aún es un movimiento virgen. Nos falta apoyar la carrera de estos artistas… nos falta evolucionar pero a la vez existe en Bolivia el respeto al artista. En Bolivia el periodismo respeta más la vida privada. Existe el respeto por la cita, pedir la cita… eso se ha perdido en muchos países. Estamos aprendiendo.
¿En qué condiciones dejaste el país? ¿Qué te motivó a irte de Bolivia?
Quería ser actriz y sabía que mis posibilidades eran limitadas en Bolivia. Quería que sea mi carrera. Como era tenista pude conseguir una beca en Estados Unidos para iniciar la carrera de artes escénicas. Primero trabajé como modelo, luego hice novelas en México y así se fueron dando las oportunidades. Estuve en algunos programas de televisión, como conductora, como presentadora, luego me trasladé a Miami para trabajar en más novelas y ahora estoy enfocada en la carrera dentro de la pantalla grande, en cine. Por eso me quedé en EEUU, para desarrollar mi talento. Cada puerto al que arribé, cada llegada, supuso mucho sacrifico, un trabajo incansable, muchas puertas que se cierran y otras pocas que se abren.
Ahora tenemos en Bolivia una nueva generación de actores ya profesionales, ¿qué recomendaciones les das?
Nosotros no deberíamos pensar jamás en irnos del país, sino en salir durante un tiempo para prepararnos y poder regresar. A veces decides dejarlo todo, tu tierra, tu cultura, pero tienes que saber a qué te estás yendo. El consejo más grande es que tienes que determinar el propósito de tu salida y trazarte metas, pequeños objetivos… tus sueños. Tienes que caminar en dirección a ese sueño con seguridad y firmeza. Si sales sin saber dónde apuntar se complica todo. Hay que tener en cuenta con claridad que todos los sueños se pueden hacer realidad.
Carla, además, forma parte de una agrupación novísima de profesionales bolivianos que trabajan en Los Ángeles. Hasta ahora son 15 los integrantes, pero desean crecer a medida que pase el tiempo
¿Te consideras exitosa?
Mi filosofía de vida es el éxito. Realmente estoy en el inicio de mi carrera, es la hora de empezar a abrir las puertas más grandes. Me falta muchísimo camino por recorrer. Pero puedo afirmar que hasta ahora he logrado todo lo que me he propuesto.
Acaba de participar de un evento con las Naciones Unidas, en representación de Sud América, ¿cómo te sientes al representar a nuestro continente?
Es una gran oportunidad y una enorme responsabilidad. No estás presente como actriz, sino como ciudadana de Latinoamérica. Te dan la oportunidad de ser el vocero que comunicará las necesidades de los países dentro de nuestra posición frente a los recursos renovables y no renovables de energía sostenible, en este caso. El propósito es ayudar a ser más amistosos con nuestro planeta. Creo que en Bolivia lo somos… en nuestro país el 50% de las personas se levanta con el sol y se acuesta con el sol y les podemos enseñar a llevar una vida verde a todo el mundo. Somos un país muy orgánico. En ese sentido, me siento identificada con todas nuestras naciones indígenas porque hemos aprendido de ellos a vivir en armonía con el planeta. El respeto que nos han inculcado a
Voy a sonar muy cochabambina (risas). Los Ángeles es un valle muy parecido a Cochabamba o a Sucre… se parece tanto a los valles, las montañas… es un poco seco y tiene un clima de primavera todo el año, siempre con sol. A veces hasta pienso en comer salteñas. Es una ciudad bien especial.
Con seguridad se puede conseguir salteñas en Los Ángeles…
A 40 minutos del centro de Los Ángeles hay un restaurante en los valle y hay otro por Santa Bárbara. Las salteñas son deliciosas.
La comida es algo que, en general, todos los bolivianos extrañamos al salir del país
Nuestra comida en general…. Cuando pienso en Bolivia también me viene a la mente la comida. Voy bastante seguido a Washington y aprovecho todos esos viajes porque allá se puede tomar somó o refresco de tamarindo, cuñapés, picantes y un largo etcétera.
Para finalizar, ¿qué esperas del encuentro de Bolivianos Globales que se realizará en Washington este 20 de junio?
La palabra ‘global’ es hermosa y es la era a la que estamos entrando. Nuestra percepción hacia el mundo es muy importante. Encontrarme con otros bolivianos globales, que hemos salidos de los límites y que somos embajadores en las distintas partes será algo inolvidable, un sentimiento muy hermoso. Me emociona y entusiasma la idea de compartir la mesa y conversaciones con otros bolivianos para poner en el centro las problemáticas que tenemos como individuos y como nación, los éxitos, los logros y ver qué podemos hacer todos juntos. Me parece brillante que exista esta organización que tiene como objetivo unificarnos para que otros bolivianos sepan de nuestra existencia y nos apoyen. Sabemos ahora que el mundo no se acaba e inicia en Bolivia, sino que los globales estamos en todos lados.
Fuente
Carla Ortiz en Los Andes no creen en Dios
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