domingo, 12 de febrero de 2023

Perfil de Fernando Larach Santiestevan


 

Fernando Larach nació en Argentina, pero habla, piensa y siente como el camba que es. Transita entre el marketing, el derecho y la política institucional.

“El camba nace donde quiere”, dice el refrán de quienes reivindican la identidad cruceña aún sin haber nacido en tierra oriental. Ese podría ser el caso de Fernando Larach Santistevan, quien nació en Argentina, pero habla, piensa y siente como el camba que es.

Fernando Larach es carnavalero, aunque ya no como antes; cree en Dios, pero no le gustan las expresiones públicas de fe y, antes que pelear, dice que prefiere dialogar. 

A sus 46 años es el presidente electo del Comité Pro Santa Cruz y tiene ante sí el desafío de ser el contrapeso al poder del gobierno de Luis Arce.

Durante una entrevista que duró una hora, repitió 12 veces la palabra libertad o libertades y 14 veces la palabra desarrollo o desarrollarse, con lo que queda claro cuál es su prédica y cuáles serán los ejes de su gestión al frente de la institución cívica. 

Prefiere no encasillarse ideológicamente, pero dice que lucha por las libertades y por el desarrollo, no sólo de Santa Cruz, sino de los demás departamentos, a los que quiere “enamorar” con el modelo y la lucha cruceña.

Larach, si bien no nació en Santa Cruz, tiene padres cruceños, por lo que pudo cumplir el rígido estatuto cívico, que exige sangre o raíces cambas para convertirse en dirigente de la institución. 

Tiene un abuelo árabe y una abuela ítaloargentina, por lo que sus raíces son diversas, aunque él hace notar que, además de haberse labrado su propio camino en la dirigencia, es nieto de Ovidio Santistevan, que fue vicepresidente del Comité Pro Santa Cruz. “También hay por ahí un ADN, según dicen, corre en la sangre este tema”.

Cuando habla de su familia lo hace con respeto y apego. 

Está casado y tiene hijos, la mayor de 20 años, a la que se sigue refiriendo como su niña, y el menor de seis años, para quien guarda en su oficina más de 20 autitos de colección que, a su vez, alguien le regaló a él. 

Está esperando que el niño crezca un poco para que no destruya el pequeño tesoro. Aclara, sin embargo, que no tiene ninguna afición especial por los vehículos y que su único “chiche” es una motocicleta, a la que admira más que utiliza, porque cuando era joven sufrió una caída y ahora se deja llevar por su instinto de sobrevivencia.

Dice que para postular a la presidencia del comité consultó con su esposa y que haría lo mismo si un día decide ingresar a la política, aunque de eso no quiere hablar todavía porque el estatuto del comité prohíbe actividades partidarias. 

“Vale mucho la opinión de quien le da a uno el soporte en el hogar”, explica.

Economía personal de Fernando Larach

¿Y de qué vive Fernando Larach? O ¿Acaso pagan en el Comité Pro Santa Cruz? “Ojalá pagaran”, responde mientras ríe por la pregunta. 

Cuenta que en la pandemia tuvo que cerrar su empresa de marketing y que fue acogido en la empresa familiar, dedicada al derecho, donde se hace cargo de labores administrativas, aunque “con horarios flexibles, extraordinarios, sin control, sin marcado de tarjeta y toda la vaina porque el comité nos absorbe”.

Larach es ingeniero en marketing y publicidad, tiene una maestría en administración de empresas y el año pasado egresó de la carrera de derecho, con la idea de integrarse a la empresa familiar ya como abogado. 

Ayer fue un día especial para él no sólo porque fue elegido como presidente del comité, sino porque tenía que empezar a elaborar su tesis de grado, que versa sobre la posibilidad de divorciarse en ausencia, “vía notarial”. 

Aclara que el tema no es personal y que lo único que busca es facilitar las cosas y descongestionar la carga procesal.

Pese a que se pasó estudiando gran parte de su vida, ya piensa en una nueva carrera: ciencias políticas, una carrera en la que ya está sumergido de pies y cabeza.

Provincias y comparsas

Larach empezó su carrera cívica en 2015, según dice, porque en el gobierno de Evo Morales “había situaciones reñidas con la legalidad, por decirlo bonito”.

Según cuenta, se inició reivindicando “la lucha por lo correcto (...) buscando mayor libertad en la administración de los recursos” e incluso con la idea de colaborar a otros departamentos en la búsqueda de mejores condiciones de desarrollo.

En estos años, Larach ha hecho carrera en el comité, donde se ha desempeñado como miembro de la comisión de seguridad ciudadana, tesorero, vicepresidente de los comités provinciales, presidente de los comités provinciales y vicepresidente del Comité Pro Santa Cruz y ahora se apresta a asumir como el máximo dirigente.

Pero, su carrera en la dirigencia nació antes, en las comparsas carnavaleras, donde fue director para luego ser presidente de la junta electoral, cargo que ostenta hasta la actualidad.

Y es que Larach, como la mayoría de los cruceños, es carnavalero. 

Integra la comparsa Turumbas, aunque dice que el tiempo le empieza a pasar factura y que ahora no sale los tres días como antes, porque ya tiene hijos y busca un equilibrio entre la diversión y la familia.

También es de los cambas que hacen “viernes de frater”. Aclara que, como la mayoría hacen “jueves de frater”, su grupo decidió reunirse los viernes, aunque el 80% son casados.

Las comparsas carnavaleras, explica Larach, se forman en el colegio, cuando los chicos y chicas están entre los 13 y 14 años, pero con el tiempo además conforman las fraternidades, que son las que se reúnen todas las semanas para comer, beber, divertirse y hablar de los tiempos mozos.

En Santa Cruz existen 500 comparsas y, según los cálculos de Larach, unas 20 mil personas forman parte de ese sector. 

Entonces, el peso “es importante y no hay comparsa en Santa Cruz que no esté afiliada a la asociación”.

Está claro que para Larach la presidencia del comité no es una casualidad, que él trabajó para conseguir el puesto. La pregunta es si no tiene miedo de terminar como sus antecesores, perseguido, preso o procesado.

“Yo tengo miedo, pero lógico que tengo miedo, pero no soy cobarde, pues alguien tiene que hacerlo, yo decidí hacerlo y a pesar de todo, lo estoy haciendo”, dice con vehemencia.

El proceso electoral que llevó a Larach a la presidencia del comité cívico estuvo cargado de polémicas, sobre todo porque él quedó como único candidato luego de que Reinerio Vargas fuera inhabilitado por falta de adhesiones, en medio de denuncias de discriminación, clasismo y racismo, las que no salieron de boca de Vargas, sino de voceros oficialistas.

Lo cierto es que Santa Cruz es una ciudad cada vez más diversa y el propio Larach reconoce que no todos los sectores están representados en el Comité Pro Santa Cruz, pero asegura, sin temor a equivocarse, que la gran mayoría sí lo está y que la prueba son los multitudinarios cabildos. 

En todo caso, dice que a todo y a todos les llega su tiempo, por lo que no descarta que más adelante se debatan los estatutos del comité.

Larach no se cierra a nada. Quiere hablar de todo y con todos. “Siempre digo que no me gusta pelear, pero no porque no sepa, sino porque si podés hablar, para qué vas a pelear”, remata.

Fernando Larach es elegido presidente del Comité pro Santa Cruz

Aproximadamente a las 15.20 de este sábado finalizo la elección de la directiva del Comité pro Santa Cruz y, como estaba previsto, Fernando Larach, el único candidato a la presidencia, logró el triunfo con 209 votos de un total de 226.

También el único candidato a primer vicepresidente, Stello Cochamanidis, se alzó con la victoria obteniendo 211 votos.

Con 165 votos, Leonardo Martínez fue electo como segundo vicepresidente.

miércoles, 1 de febrero de 2023

Entrevista a Wendy Callaú Durán, del grupo Maroyu



Wendy Callaú nació en Santa Cruz de la cierra el año 1994 siempre tuvo el sueño de bailar sobre un escenario y se le hizo realidad. 

Dejó de lado su carrera de Ingeniería Comercial para dedicarse por completo a formar parte del cuerpo de baile del grupo Maroyu. 

Disfruta y ama su oficio, que además le ha traído nuevas ofertas de trabajo. Por supuesto, le gusta ser admirada por su público, que la sigue en cada show.

¿Dónde aprendiste a bailar? 

Desde niña me gustó bailar y modelar. Y siempre tuve el sueño de entrar a una escuela de danza, pero, por cosas de la vida, no se dio.

Pero hace cuatro años llegué a entrar a Danzarte gracias a una amiga y desde ese día no paro.

¿Cómo ingresas al grupo de bailarinas de Maroyu?

Me pasaron el número de Kevin (mi jefe), me dijeron que él estaba buscando bailarinas y así fue cómo llegué a ser bailarina de esta agrupación. Ya son seis meses que estoy en el grupo.

¿Eras seguidora del grupo antes de entrar?

Tenía conocimiento gracias a mi cuñado, que es seguidor.

¿Qué crees que es lo más difícil?

Para mí, lo más difícil es el frío. En lo personal soy muy friolenta. Los lugares más fríos en los que he estado son Sabaya y Huachacalla cerca de la frontera de Chile.

¿A qué temperatura es lo más bajo que has bailado y dónde?

Hemos bailado en un frío de -3 grados con nevada en Potosí. 

¿Cómo hiciste para soportarlo?

Tuvimos que improvisar comprando unas chamarritas como parte de vestuario y así sentir menos frío. 

También es alta la exigencia sobre el escenario, ¿cuántas horas seguidas bailan?

Normalmente bailamos una hora y media. A veces, en un día tenemos cinco shows. Para poder cubrirlos todos, bailamos una hora.

¿Quién hace las coreografías? 

Las coreografías fueron marcadas por un exintegrante del grupo. Recién lanzaron la nueva canción Como duele, esa coreografía la marcamos Anita, René y yo.

¿Muchos dicen que van a los conciertos solo para verte? 

Estoy muy agradecida con mis fans por todo el cariño y apoyo que me dan. Más allá de que me gusta bailar, lo hago con mucho cariño porque sé qué hay gente que aprecia el arte de verte bailar y eso es muy gratificante.

¿Qué lugares conoces?

De Bolivia conozco La Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí, Sucre y Beni. Y del exterior Argentina, Chile y Perú.

¿Qué otras puertas se te han abierto en tu carrera?

Antes también me dedicaba el modelaje. Siempre he tenido trabajos, ahora estoy un poco más expuesta a las redes y me han escrito para poder trabajar como azafata, hacer videoclips y calendarios.

¿Sabemos que fuiste reina de belleza, fue antes o después de Maroyu?

Sí, participé en el Miss Santa Cruz en el año 2017, fue una linda experiencia que me ayudó a interactuar con la gente. Sin duda, esta etapa de mi vida fue la mejor. 

¿Este trabajo te permite tener pareja?

Pienso que debe ser difícil tener pareja con este trabajo, porque te ausentas bastante.

¿Qué extrañas cuando estás lejos de casa? 

Extraño mucho a mamá, a mis perritos Gohan y Bulma y también la comida de casa. Al viajar por todos lados se hace difícil comer bien y sano.

domingo, 3 de julio de 2022

Pablo Osorio



 “¿Cuándo fue la última vez que lloraste, Pablo?” Al otro lado de la línea telefónica sólo hay silencio, un suspiro, luego risas y una voz firme: “Hoy día, hoy día lloré. Soy una persona muy sensible; esto es lo contrario a toda la imagen que proyecto, pero la verdad es que me afectan muchas cosas. Hoy lloré un montón y no de miedo sino de ansiedad; padezco de ansiedad y cuando me abruma la ansiedad lloro, dejo caer las lágrimas y me permito llorar como buen hombre (calla un par de segundos), lloro a mares”.

Un día de furia se apoderó de la vida de Pablo Enrique Osorio Abud el último martes de junio de este 2022. Por la mañana recibió un comunicado de Impuestos Nacionales, en el cual se le conminaba a quitar un video de TikTok que cuestionaba la labor de la entidad estatal y por la tarde le mandaron otra carta en la cual se retractaban de la primera notificación.

La orureñidad

El camba nace donde quiere, dice un viejo adagio cruceño, y Pablo es un camba que nació en la ciudad de Oruro en el año 85. Cuando estaba en colegio viajaba de vacaciones y visitaba a su abuela materna en Santa Cruz de la Sierra. Así iba de la Tierra de Pagador a la Ciudad de los Anillos al menos una vez al año, hasta que un buen día decidió radicar en el oriente del país.

Confiesa que sabe poco del rey de los deportes y que tampoco le interesa. “Soy antifútbol, no le entiendo a ese deporte y me declaro un incompetente al fútbol, ni siquiera el FIFA puedo jugar porque soy muy malo. De todas formas, como buen orureño, cada vez que el San José volvía de la B yo estaba ahí firme”, explica el hombre que en su juventud pasó clases con el comediante Javicho Soria y descubrió que tenía facilidad para la ironía y el humor.

Ejerce la comedia desde hace siete años. Antes se dedicó a la poesía y la narrativa. Le fue bien, obtuvo el Premio Nuevo Cuento Breve de El Deber (2003), ganó el concurso Nueva Poesía Joven Simón I. Patiño (2007) y consiguió una mención en la versión cuento del concurso Franz Tamayo (2008). Sigue prendado por la literatura, en especial por la ciencia ficción; ahora está fascinado con la obra Fundación, de Isaac Asimov.

No está alejado de la poesía, ahora le puso imagen y sacó punta al lápiz del humor. “Cuando comenzamos a hacer shows de comedia con mi amigo Pedro Álvarez rotábamos en bares clandestinos, íbamos de aquí para allá y éramos nómadas del humor, nos metíamos a cualquier bar o restaurante que nos quisiera recibir y hacíamos humor para ellos”.

Hoy en Santa Cruz de la Sierra el humor de stand up tiene un nombre: La Tuja. Y claro que Pablo tiene referentes, uno que él recomienda sin dudar es el estadounidense Mike Birbiglia.

El stand up es su apuesta sobre el escenario. “Nosotros venimos a patear el tablero de la risa y tenemos otra forma de reír que no sea disfrazados de personajes criollos”, explica. 

Tiene claras las ideas sobre lo que es y a dónde quiere ir: “Tengo una postura progresista de izquierda que no es del agrado de la actual oposición, pero tampoco le caigo bien al oficialismo porque soy crítico y tengo esta forma de reírme del poder, que a veces no les gusta”.

Él apunta a los poderosos y especialmente a las empresas que se han vuelto intocables para la población. Boliviana de Aviación, Tigo, el Servicio de Impuestos Nacionales han sido algunas de sus “víctimas”; de éstas, la telefónica le ha pedido explicaciones.

“El tiktok de Tigo traspasó las fronteras y la gente empezó a verlo en Nicaragua, Paraguay, Guatemala y Honduras. Ese video tiene más de un millón de vistas”, explica el hombre que se autodefine como cambacolla o collacamba.

La empresa Tigo, con presencia internacional, lo llamó dos días después de lanzarse aquel tiktok. “Me dijeron ‘¿por qué lo dijiste?’ y les respondí porque es verdad, nada de lo que digo es mentira y quizás hay algo de hipérbole pero todo eso me ha pasado”. La telefónica se comprometió a mejorar sus servicios y luego dejó en visto a Osorio.

Los humoristas también se ponen tristes

Febrero del año pasado no fue un buen mes para Pablo Osorio. Llevaba ocho meses sin trabajo y, como muchos, estaba con el agua hasta el cuello. En medio de tanto día repetitivo decidió apelar al humor y abrió su TikTok.

Su primer video, como él mismo lo explica, estaba lleno de sentimientos. Es sobre todo un recordatorio de los días que se fueron y los oficios que desaparecen con el tiempo. Un hombre cree escuchar al afilador de cuchillos y baja corriendo por las gradas... pero se da cuenta de que todo está en su imaginación y queda triste sentado en el sillón, con los cuchillos en la mano. “Es el que más me ha gustado hacer. Estaba lleno de expectativas porque no sabía qué iba a realizar; estábamos en la pandemia, lo hice desempleado, lo hice sin expectativas, lo hice con el corazón y es un video muy naif, muy inocente. Es sólo un personaje, es casi poético, tiene mucho de mi poesía y me gusta mucho por eso mismo”.

Pero el TikTok está lleno de ironía; por ejemplo, él cuenta que su primer video no tiene la viralidad ni las vistas que se merece, “las cosas que más te gustan casi nadie las ve”, sentencia.

La vida del humorista tiene esos vaivenes. Además, ahí cerca está la sombra de la censura del poder. En Rusia, por ejemplo, en un stand up, Aleksandr Dolgopolov tuvo la ocurrencia de bromear sobre el presidente Vladimir Putin, después fue perseguido por el Gobierno ruso y tuvo que salir de su país. En su defensa, el comediante publicó en Instagram: “Hace dos años, los matones de los pueblos me perseguían, ahora todo el Estado me persigue”.

De alguna manera esta historia rusa se repite en Bolivia. Tras recibir la carta conminatoria del director de Servicio de Impuestos Nacionales, Mario Cazón, el humorista Osorio le respondió en un video: “Si usted quiere perseguirme, no hay nada que pueda hacer al respecto, ustedes son los dueños del poder...”.

Como en la película de Jean Claude Van Damme Retroceder nunca, rendirse jamás, estrenada un año después del nacimiento de Osorio, el humorista boliviano no se desdice. En charla con Página Siete cuenta que su primer TikTok sobre Impuestos fue publicado tiempo atrás y que recién hubo respuesta... “De repente la gente abrazó muy bien al video, cuando lo hice y se viralizó de manera fuerte. Estamos hablando de mayo y (el Servicio de Impuestos) se ha tardado mucho en mandarme una carta; es que hasta para eso son burócratas, Dios mío”.

Pablo sigue en su trabajo y no deja el humor sobre las tablas o en TikTok. Vive con las emociones a mil y sabe cómo salir adelante.

Sí, es cierto, Osorio lloró cuando se sintió acorralado por la presión, pero después bailó mirando a la cámara, de frente, sin titubear. Con las piedras que le lanzaron él ha construido un muro gigante desde donde pasa el tiempo riéndose del poder... y haciendo reír.

domingo, 26 de junio de 2022

Entrevista a Carolina Córdova



Nuestra invitada de lujo hoy es una de las presentadoras más queridas de la televisión nacional cuya carrera ha ido creciendo de manera exponencial y la ha posicionado como una de las comunicadoras más destacadas y más queridas por el público. En esta exclusiva conocemos más de su vida personal y profesional. 

¿Quién es Carolina?

Carolina es una mujer amante de la vida, mamá enamorada, profesional responsable y en constante crecimiento, una amiga leal y divertida.

¿Eres soñadora o pies de plomo es mejor?

Tengo un poco de ambos, en la vida es necesario ser soñador, replantearte metas constantemente y la forma de cumplir esos sueños es teniendo los pies en la tierra, consciente de que se requiere dedicación, constancia, disciplina y responsabilidad.

Sabemos que tienes una carrera paralela como modelo ¿Cuándo iniciaste en el modelaje?

Inicié muy joven, a los 14 años aproximadamente. Trabajar desde temprana edad me ayudó a independizarme, a valorar cada centavo ganado y a ser más extrovertida; la timidez en la época de adolescencia me generó muchos conflictos.

¿Qué trabajos de relevancia tienes en tu carrera como modelo?

Tuve la suerte de trabajar con grandes marcas, trabajos que me permitieron conocer muchos lugares y a muchas personas.

¿Cuál dirías que es tu mayor virtud como modelo?

Sin duda para lograr el éxito en cualquier actividad tienes que ser disciplinado.

¿Has participado en algún certamen de belleza?

Nunca, no era algo que me llamara la atención.

¿Cómo llega una Administradora de Empresas a hacer televisión profesionalmente? ¿Esa fue siempre tu pasión en el fondo?

Llegué a los medios a través de una invitación, jamás imaginé despertar una vocación por esta profesión. Cuando supe que quería dedicarme a los medios ya me encontraba en el penúltimo año de Administración de Empresas, decidí terminar la carrera y al momento de decidir por mi vida laboral, me incliné por los medios.

¿Cuándo fue tu debut en televisión?

Inicié en los medios a los 16 años, formaba parte del cuerpo de baile de un programa juvenil en la Red Uno, sin embargo mis primeros pasos como presentadora fueron el 2009 en el programa “TEENS” de la misma casa televisiva.

Hace mucho tiempo te vemos en revistas matinales y noticieros ¿En qué formato de programa que no has hecho hasta ahora te gustaría incursionar?

Me encantaría tener un programa de opinión, donde se toquen temas de coyuntura de diferentes áreas.

Se nota el cariño que muchos televidentes te tienen ¿A qué le atribuyes este nivel de empatía con la gente?

Antes que nada quiero decir que el cariño es mutuo. Agradezco el apoyo de la gente desde el inicio de mi carrera, para que la gente sea empática con tu trabajo es necesario que tú también  lo seas en el día a día. Que la gente de alguna forma se vea reflejada en ti.

¿Qué proyectos tienes proyectados para este 2021?

Sin duda una de las lecciones que me dejó la pandemia es que no hay que ser 100% dependiente de un trabajo, así que parte de mis planes para este año es empezar a emprender.

Entrevista a Casimira Lema


Hace unas semanas que la presentadora de televisión Casimira Lema regresó a las pantallas de la televisión. Esta vez en F10, de la ciudad de El Alto. 

El canal es de propiedad del empresario Freddy Ticona y está dirigido por el periodista John Arandia.

Casimira, uno de los rostros más famosos de la televisión, dirige el informativo de mediodía de F10 con Ramón Grimalt y Wilma Villca. Las emociones que siente en ese canal y El Alto le recuerdan sus primeros días ante cámaras, cuando era una jovencita en su primer año de universidad y de residencia en La Paz.

Pero las razones para este cosquilleo son distintas a los de esos años. 

Éstas aparecen cada día, cuando camina por las calles de El Alto y descubre detalles de esa ciudad que la sorprenden y encantan, y porque su trabajo en F10 es una especie de bálsamo después de lo que vivió desde el 10 de noviembre de 2019.

Ese día, en medio de la convulsión social por el fraude electoral y el vacío de gobierno dejado por Evo Morales, una turba saqueó su casa, destruyó todo a su paso y le prendió fuego. 

Después, en 2021, perdió su trabajo en Televisión Universitaria (TVU). El canal es de la Universidad Mayor de San Andrés, a cuyo rector de entonces, Waldo Albarracín, también le quemaron la casa, minutos antes de que atacaran la de ella.

Pero ahora, en esta nueva etapa de su carrera, Casimira siente que esas pérdidas van quedando atrás y que además se está enamorando de nuevo... esta vez de El Alto.

“Me pasa algo que hace un par de años no imaginaba y me siento afortunada. Estoy sintiendo esas cosquillas en el estómago que sentía cuando comencé a hacer televisión. Me pasa en F10, con El Alto. Estoy comenzando a enamorarme de esa ciudad que siempre me llamó la atención”, afirma en su departamento.

La vivienda es alquilada. La rentaron con muebles y sábanas. Era necesario. 

La tomaron después de vivir un mes en un hotel, donde les enseñaron incluso a cómo escapar en caso de que se cumplieran las advertencias de que una turba venía por ellos.

Hoy se siente feliz en su nuevo hogar con su esposo Friedl Hochhäuser, piloto de profesión. 

Con sus hijos, Friedl que ya es un financiero y Stephan que estudia Medicina; con Ifigenia Quispe, que la ayuda a cuidar su familia, y Buddy, un chihuahua que acapara la atención de los Hochhäuser – Lema.

Buddy es la única mascota, de las cuatro que tenían, que pudieron conservar. 

No les quedó más que dar en adopción a unos amigos a Max y Rosso, sus perros de raza grande. No cabían en el departamento. 

Su gata Minina quedó tan asustada con el ataque a la casa que no permitía que nadie se le acercara. 

Un año después de lo ocurrido recién pudieron sacarla y llevarla con ellos. Estaba muy viejita, así que la tuvieron por poco tiempo porque el animalito murió.

“Hay que aprender a desprenderse, sobre todo de lo material, eso me enseñó 2019”, dice con voz serena Casimira.

Esta es la conversación con la experimentada presentadora de televisión y radio, también tuitera, que entre sus proyectos pendientes está escribir un libro sobre sus experiencias de vida en el periodismo.

Inició una nueva etapa profesional, ¿cómo se siente?

Tan especial como es F10, que promete mucho. Me siento privilegiada porque pensaron en mí en un canal nuevo, que trabaja con tecnología y profesionales de primera. 

Siempre quise trabajar con John Arandia y ahora es mi jefe. John es un hombre que trabaja de sol a sol, igual que el dueño del canal, Freddy Ticona, que es inspiración pura.

Cuando conocí la historia de Freddy y me dieron la oportunidad de trabajar con ellos, me dije: Cómo no voy a estar en este canal de la ciudad más pujante del país, igual que Santa Cruz, y donde -me atrevería a decir- está la gente más trabajadora. 

Esa ciudad de mujeres que se levantan de madrugada, cocinan y van a trabajar, al mismo El Alto o a La Paz, y regresan a cuidar a su familia.

No hay vez que suba a El Alto y no me quede sorprendida con algún negocio. Por ejemplo, yo llegó en el teleférico Amarillo, cruzo la calle y espero un minibús que me lleva al Hospital Holandés. Por ahí hay un lugar donde venden salteñas y empiezan a cantar. “¡Vengan, vengan a comer las salteñas más deliciosas!”, gritan... Yo ya me compré dos salteñas, ¡son realmente exquisitas!

El Alto tiene eso y yo estoy comenzando a enamorarme de esa ciudad que siempre me llamó la atención, pero que veía distante y ahora la siento muy cerca y espero que la gente sienta lo mismo. 

En la zona donde trabajo, cuando subo al teleférico, siento un cariño inmenso de la gente que me ve, y es recíproco.

¿Cuánto sabía de El Alto?

Sabía de El Alto, pero creo que lo que todos saben: que hace frío, que la gente es trabajadora, pero ahora palpo eso, lo siento día a día. Camino por sus calles que son envidiables, con avenidas y veredas anchas; es una ciudad bien planificada en su momento y su proyección es increíble.

¿Cuántos años está en la Tv?

¡Uyy! No me preguntes, ¡qué barbaridad! (ríe)... Ya pasé los 30 años. Empecé muy joven, saliendo bachiller, prácticamente.

¿Cómo llegó a la televisión?

Fue una invitación. Hicieron un casting en Canal 7, la televisión del Estado, aquí, en La Paz. Me presenté con unas amigas chapacas y nos contrataron a todas, el primer día. Marcia Calavi, Claudia Roca y yo comenzamos a trabajar en el noticiero, cada una en distintos horarios. Pensé quedarme un tiempo, pero no fue así. Yo estudié turismo.

¿Siempre en informativos?

No. Con Paolo Agazzi hice Tv Amiga, un programa femenino que tuvo mucho éxito y estuvo al aire varios años, hasta que me fui a vivir a Santa Cruz por el trabajo de mi esposo.

Regresó a los informativos

Sí, fue en Santa Cruz, donde Unitel me llamó. Cuando volvimos a La Paz continué en el canal, donde estuve 13 años. Después pasé a ATB, ahí me mantuve seis años. Luego estuve en PAT seis años y en Televisión Universitaria cerca del mismo tiempo. ¡Ay Dios! Si empiezo a contar los años, cuidado llegue a contar 40 ya trabajando (risas).

¿Alguna vez mandó currículum?

No, nunca, siempre me llamaron y adonde fui lo hice muy feliz, con el mismo deseo de aprender.

¿A qué cree se debe su vigencia en la televisión?

Primero, creo que debido a la pasión que le pongo y, segundo, a la responsabilidad que siempre tuve con la gente que siento me sigue a donde voy.

 Después de lo que me pasó, hubo personas que me dijeron que debía dejar los medios. pero ¿por qué tengo que dejar esto si es lo que sé hacer y creo que no lo hago mal? Hice y hago entrevista, algunas veces me gusta interpelar, porque ese es nuestro trabajo, pero no soy una periodista que hubiese incomodado o hecho daño a nadie.

Atacaron su casa en 2019, ¿conoce ya las razones?

No. Lo pienso todos los días, es algo que se quedará en mí para siempre, y no encuentro respuesta. Las personas que lo hicieron lo sabrán. 

Fue un daño irreparable porque destruyeron detalles personales y familiares difíciles de recuperar. Reconstruimos la casa, está alquilada. No queremos volver allá, es difícil.

Vivo en un lugar muy bonito gracias a un amigo de la familia. Tengo a mis hijos, a mi esposo bien y a Ifigenia. Ella estaba sola en la casa cuando la atacaron. Huyó con ayuda de los vecinos y está bien. 

Qué más puedo pedir a la vida. Además debo agradecer el cariño y ayuda económica que recibimos. Incluso niñitos de colegio aportaron. Tengo sus cartas, no gasté sus donaciones. Con todo eso ¿cómo no sentirme bendecida?

¿Qué tiempo vivió en esa casa?

Desde 2003 y me tocó vivir momentos duros en ella. El primero fue en 2003. Éramos nuevos en el barrio y vino la Guerra del Gas y la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada. 

Trabajaba en Unitel y no pude volver a mi casa. Mis hijos eran pequeños, al final tuvimos que sacarlos de la casa disfrazados porque ya no tenían qué comer. 

Me tocó vivir cosas duras en la historia política de Bolivia y pienso que quizá estuve en el momento preciso donde había ese cambio.

¿Cómo van las investigaciones sobre el ataque a su casa?

Todo quedó en nada después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estableció que éramos víctimas, pero que no había pruebas, porque las personas estaban encapuchadas. 

Quedó ahí y tampoco insistí. Es difícil, pero no pierdo las esperanzas. En algún momento, quizá no aquí, pero el de arriba hará justicia, porque nos hicieron mucho daño. Pero no pudieron más, ¡aquí estamos, renaciendo desde El Alto!

Lo que sí, sinceramente, así como en Senkata y Sacaba recibieron y reciben ayuda, en mi caso y el de tantos otros, por humanidad, también deberían ayudarnos. No es lo material lo que me impulsa, aprendí a soltar, pero no la tenemos fácil.

¿Cómo reaccionó su familia?

Lo primero que pensé fue qué dirán mis hijos y mi esposo, porque todo eso no fue por ellos, pero nunca me lo reprocharon. Más bien, cuando volví a la televisión me dieron fuerzas. Muchas veces pienso que si no hubiese estado trabajando en TVU no hubiera pasado nada, no sé. No se puede retroceder en el tiempo, pero si pudiera volvería a TVU. Fue una experiencia única.

¿Por qué dejó TVU?

Porque me botaron. Es la primera vez que me echan de un trabajo. Me dieron un memorándum de despido, como nunca en mis más de 30 años de trabajo, pero tendrán sus razones. Me dolió mucho, no lo voy a negar, pero ahora estoy tan feliz con estos nuevos proyectos, con F10, que es una gran oportunidad.

¿Qué hizo después de TVU?

Trabajé en la radio y con algunas consultorías.

¿Cómo llegó a la radio?

Hace cinco años. Me venían invitando pero le tenía miedo a la radio porque me daba la impresión de que no me iría tan bien como en la tele. 

Entonces la radio era sólo micrófono y me preocupada porque en televisión tienes tiempo de gesticular. En la radio tienes que pensar rápido y los segundos de silencio dicen. Pero aprendí a ser yo, olvidarme incluso de posar.

¿Cómo le va con la radio?

Por lo que nos dijeron, Radio Compañera, donde estoy, creció mucho, está entre las más escuchadas de La Paz y Bolivia. Conduzco una revista de entrevistas con Jhonny Mendizábal, un periodista orureño.

¿Planes para adelante?

En El Alto estoy descubriendo un nuevo mundo y ojalá pueda hacer cosas nuevas en el canal, estamos trabajando en eso, pero por ahora no quiero ver más allá, porque este es mi momento de mucha felicidad. No quiero ver atrás ni mucho más allá, quiero vivir el momento.

domingo, 19 de junio de 2022

Wilfredo Cacho Ordóñez, una leyenda de los medios y el folklor



Eran las diez de la noche y Wilfredo Cacho Ordóñez caminaba por una oscura calle Murillo. Fue hace mucho, mucho tiempo, poco más de 30 años. A lo lejos dos sombras se movían sigilosas.

“Pasé de una acera a la otra de izquierda a derecha, ellos cruzaban igual. Estábamos cerca y sin decir nada me atacaron”, explica Ordóñez. Recuerda que sintió golpes en el cuerpo y un pinchazo en el estómago. Llegó un coche e iluminó la oscura calle, los asaltantes no se llevaron dinero ni nada del hombre al cual atacaron. Él sumó todas sus fuerzas, siguió caminando y llegó herido a Radio Metropolitana.

Cuando Carlos Palenque Avilés, dueño del medio periodístico, vio herido a su locutor estrella lo llevó a sanar sus heridas y desde entonces ordenó que nunca más El Telepolicial sea emitido en vivo y directo. “Era muy peligroso hacer crónica roja”, comenta el hombre en la cabina de Radio Metropolitana.

En El Telepolicial de Canal 4 se emitían programas en los cuales se denunciaba a los delincuentes y su forma de actuar, hasta se daba señales físicas de ellos y los presentaban con sus apodos y modus operandi. “Mis atacantes escaparon, no había cámaras de seguridad ni nada de eso y todo quedó así... Esas veces no teníamos miedo”, reflexiona Cacho.

El Telepolicial fue el primer programa de crónica roja en el país, hijo natural de El Metropolicial, también creación de Ordóñez. Se transmitía a las 22:30 cuando se suponía que niñas y niños estaban dormidos. En sus comienzos despertó bastantes críticas porque nunca antes se habían mostrado escenas similares en la televisión nacional. Pero la forma de evitar la censura fue justamente ésa, difundirlo en un horario no apto para menores de edad.

“Hemos sido los iniciadores en la crónica roja y recibimos muchas críticas, incluso de la misma gente de prensa. Pensar que ahora a diario en el mediodía ya se ve en los noticieros información sobre muertes, accidentes y similares”, indica el hombre que estudió derecho en la UMSA y desde muy joven se incorporó a los medios de comunicación.

Comenzó en Radio Nacional de Bolivia y trabajaba junto con Pedro Flores, un locutor que leía su programa en aymara y a quien le decían El Pankara. Luego estuvo en Radio Illimani, Radio Aspiazu, Emisoras Unidas y Radio Méndez (la cual ya no existe). Ese tiempo había un concurso en Radio Nueva América para reclutar a un locutor y entre los requisitos éste debía tener buena voz, dicción correcta, saber ordenar las noticias y cumplir cinco años de experiencia. Ordóñez tenía todos los requerimientos, menos los años de trabajo. Se presentó y ganó el requerido puesto.

De allí Carlos Palenque lo reclutó para Metropolitana, la Voz del Pueblo, por entonces corría el turbulento año de 1983. Casi de inmediato se hicieron amigos, el Compadre Palenque le agarró cariño y escuchaba sus propuestas.

“Había viajado a Lima cuando estaba en derecho, allí conocí un periódico que era Ojo y era exclusivamente de crónica roja. Todas las notas eran así y eso le conté al Compadre; él me preguntó ‘¿por qué no haces algo más o menos así? y nació El Metropolicial”, cuenta el hombre que es ceremonial ante el micrófono y a quien le gusta lucir saco y corbata.

Luego fue el turno de El Telepolicial y su “cámara patrullera” comenzó a narrar los hechos de seguridad en el país y particularmente en La Paz y El Alto. Pero no sólo eso, también se colectaban noticias distintas de la sociedad; por ejemplo, mujeres de pollera jugando fútbol mixto y otras escenas similares.

En 1984 se fundó Radio Televisión Popular (RTP) y algunos programas de la radio migraron a la televisión. Pero en 1988 todo el sistema de comunicaciones de Palenque fue vetado debido a una entrevista de Carlos Palenque al narcotraficante Roberto Suárez Gómez, en la cual se involucró al mandatario Víctor Paz Estenssoro. Para el Gobierno de turno hubo “apología del delito”.

“Fue un momento amargo cuando clausuraron la emisora y el canal, pero el pueblo se levantó y hubo una gran manifestación en la plaza San Francisco. Nosotros, los trabajadores, ingresamos a una huelga de hambre más o menos durante dos semanas. En las calles la gente apoyaba la reapertura de los medios y entonces surgió un partido político que se llamaba Conciencia de Patria (Condepa) cuyo líder era naturalmente el compadre Palenque”, rememora Cacho, a quien en los pasillos de la Metropolitana le dicen Cachito.

Con el tiempo algunas cosas cambiaron y a él le entra un poco de nostalgia. Recuerda que un día él se animó a denunciar a policías corruptos.

“Luego, en la calle tres personas me metieron a un coche y me dijeron que un coronel me estaba mandando a llamar. No me dijeron quién, era de día y me llevaron sin decir palabra alguna hasta la avenida 6 de Agosto donde vivía el tal coronel. Grande fue mi sorpresa que ese coronel me felicitó por haber denunciado a esos policías corruptos, hasta me obsequió y el mismo coche me llevó a mi domicilio”.

Con luces multicolores

“Mi otra actividad está relacionada con el folklore. Yo también soy folklorista, tuve la suerte de que me aceptaran en la animación de las bandas y actualmente sigo en esa actividad”, refiere el hombre que lleva ya medio siglo amenizando las fiestas populares.

Sus primeras presentaciones fueron con Bolivia Andina, que era un conjunto dirigido por Luis Calderón López, a fines de 1969. Con su voz modulada llegó a países de América y Europa.

Uno de sus recuerdos más gratos está relacionado con la banda Marisma Mundial; le pidieron que grabara un mensaje sencillo y común... pero Ordóñez se aventuró con una frase así: “Entre luces multicolores, ¡aquí se unen los sonidos para escuchar a la banda Marisma Mundial!”.

A los dos días, ya tenía otras propuestas con disqueras populares. “Me llamaron de las disqueras Imperial, Cóndor y así fue creciendo la animación de las bandas”, explica el paceño nacido en la zona de Chijini y que a la hora de bailar prefiere la morenada o la kullawada.

Dice que no tiene grandes riquezas económicas; pero sí un patrimonio invaluable: el cariño de la gente. “Cuando la gente me reconoce, por ejemplo al trasladarme a mi hogar en el colectivo, me dicen los choferes ‘pasa nomás, don Cacho’ y no me cobran. En la última entrada del Gran Poder he bailado con mi esposa en Los Rebeldes del Gran Poder; me saludaban y me decían ‘adelante, don Cacho’. Ese cariño es impagable”, explica con orgullo el padrino de al menos 50 ahijados.

El primer programa especializado en crónica roja en el país fue el Telepolicial (en Radio Televisión Popular), el cual ya tenía su antecedente en el Metropolicial (en Radio Metropolitana), ambos conducidos por Wilfredo Cacho Ordóñez.

Él se convirtió durante un tiempo en una figura mediática. Además tenía, y tiene, el carisma para atraer a un público mayoritario. Por ejemplo, el 9 de septiembre de 1986 participó en el popular programa Sábados Populares en el concurso Adivine quién es el personaje.

Sin embargo, el tratamiento informativo de la crónica roja no fue su invento. Antes de él, en Bolivia se publicaban las revistas Alarma y Sucesos, las dos tenían su mercado principal en La Paz. Crímenes, atracos y semblanzas de delincuentes estaban descritos en estas páginas. Ninguno de estos medios continúa vigente en la actualidad.

Ya a mediados de los años 80, el periódico La Quinta también hizo su aparición en el escenario paceño. Este medio formaba parte del desaparecido matutino Última Hora. Tiempo después llegó el momento de los periódicos Gente y Extra, el primero ya desapareció.

En la actualidad las escenas de crónica roja no son una exclusividad de El Telepolicial, diferentes canales de televisión siguen sus pasos.

Además de narrar un hecho sangriento colocan música de fondo para hacer aún más sensacional la historia... ésta es una receta que Cacho Ordoñez ya usaba décadas atrás.

lunes, 23 de mayo de 2022

Entrevista a Marcelo Aguirre, de Deszaire


 

De nuestro invitado de lujo del día en Cvltvral se podría aseverar que es uno de los músicos más destacados y queridos de la escena. Junto a los Deszaire han dejado en claro que fueron y son una de las bandas de rock más importantes y su carrera todavía vigente avala lo dicho anteriormente. En esta exclusiva, Chelo nos amplía su gran trayectoria y venideros proyectos.

¿Quién es el Chelo?

Soy un común feligrés de la vida que fue bendecido con el don de la música.

¿A qué tiempos inmemorables debemos viajar para hablar de tus primeros contactos con la música?

Desde mis 8 años mi mamá me obligó a ir al conservatorio a estudiar piano. No me gustaba mucho, era niño y solo quería estar en la calle con mis amigos. Vivía en Tarija donde se tiene la niñez más feliz que se puede tener. Luego vino el coro y eso fue quedándose; de a poco a los 14 o 15 años recién me gustó aprender guitarra. Solo quería saber un par de canciones que me enseñó el pastor Néstor de mi colegio. Luego comenzó todo.

¿Cuál ha si el primer LP que tuviste en manos y no podías dejar de escuchar?

En manos no pudo ser. A mi papá le gustaba Los Kjarkas, lindo pero no mi estilo. Mi tío Hernán araña fue el culpable de regalarme el “Live in Japan” de los Guns and Roses y en ese momento perdí a mi familia ja, ja, ja.

¿Qué bandas han sido influencias directas en tu devenir musical en tus comienzos?

Después escuché el grunge y me encantó… Stone temple pilots, Nirvana, Collective Soul. Después bajé a los 80 y 70 y amé a Los Beatles, Deep y Zepelin. Y luego Joe Satriani, Steve Vai. Fueron y son mis gustos personales de hecho interpreté sus canciones en esta cuarentena, nada fáciles por cierto.

Es una pregunta complicada y hasta subjetiva, ¿cuál te ha parecido de forma personal el mejor momento del rock nacional?

Tuvo dos momentos álgidos. La época de Lou-Kass que me inspiró a ser fan del rock nacional. Luego ya en nuestra época (cuando) Deszaire, Quirquiña y Octavia giraban por todo el país llenando todos los escenario. No vi aún una tercera pero sé que vendrá, hay mucho talento.

¿Qué significa Dezsaire en tu vida?

Fue el sueño que compartí con su fundador mi mejor amigo y compañero Omar. Soñaba y ambicionaba lo mismo que yo. Con él tuvimos la suerte de componer los temas inolvidables de Deszaire.

¿Cuántos trabajos de estudio has presentado al momento?

Con Deszaire son 5 discos y muchos videos. Personalmente, hice muchas grabaciones como invitado en varios discos y sesiones en vivo.

¿Han sido una banda de esas bandas de rock cuya “groupies” no los dejaban caminar por la calle?

Una época sí, fue linda y extraña. Recuerdo una vez que tocamos en El Prado, no sé cómo salimos de ahí. Fue una avalancha de fans. Muy lindos recuerdos.

Pensando en sus fans, ¿cuándo tendrán temas nuevo y si hay suerte un completo LP nuevo con temas inéditos?

Ya se terminó el proceso de grabación de los temas que faltan. En este disco llamado “Instinto Natural” están temas como “Dulce maldito amor no te encuentro”, (este disco) forma parte del nuevo ciclo de Deszaire. Se viene “No Me Importa” y otros grandes hits más.

¿Tienen tocadas online programadas en las venideras semanas?

Hicimos mucho material en la cuarentena, todo está ahí. Desde casa tocadas con Entel, en el Nuna. Yo personalmente hice muchas canciones, todo en el sitio Facebook: Deszaire Project.

Checklist:

3 discos imprescindibles:

– The Wall Pink Floyd

– Get A Grip Aerosmith

– Abbey Road y más de Los Beatles

3 libros inolvidables:

– Cortazar

– Ciento Volando

– Catorce De Sabina

3 músicos que más

admires y te influyen:

– Sting

– David Gilmour

– Satriani

3 cosas imprescindibles en la vida:

– Comida

– Sexo

– Música